Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Samuel 23, 5-18

5 Fue David con sus hombres a Queilá, atacó a los filisteos, se llevó
sus rebaños, les causó una gran mortandad y libró David a los habitantes de
Queilá.

6 Cuando Abiatar, hijo de Ajimélek, huyó a donde David, descendió
también a Queilá, llevando en su mano el efod.

7 Se avisó a Saúl que David había entrado en Queilá y dijo: «Dios lo
ha entregado en mis manos, pues él mismo se ha encerrado yendo a
una
ciudad con puertas y cerrojos.»

8 Llamó Saúl a todo el pueblo a las armas para bajar a Queilá y cercar
a David y sus hombres.

9 Supo David que Saúl tramitaba su ruina, y dijo al sacerdote Abiatar:

«Acerca el efod.»

10 Dijo David: «Yahveh, Dios de Israel, tu siervo ha oído que Saúl
intenta venir a Queilá para destruir la ciudad por mi causa.

11 ¿Descenderá de verdad Saúl como tu siervo ha oído? Yahveh, Dios
de Israel, hazlo saber por favor a tu siervo.» Yahveh respondió: «Bajará.»

12 Preguntó David: «¿Me entregarán los vecinos de Queilá, a mí y a
mis hombres, en manos de Saúl?» Respondió Yahveh: «Te entregarán.»


13 Se levantó David con sus hombres, que eran unos trescientos;
salieron de Queilá, y anduvieron errando. Avisaron a Saúl que David
se
había escapado de Queilá y suspendió la expedición.

14 David se asentó en el desierto, en refugios, y se quedó en la
montaña del desierto de Zif; Saúl le buscaba sin cesar, pero Dios
no le
entregó en sus manos.

15 Se enteró David de que Saúl había salido a campaña para buscar su
muerte. Estaba entonces David en el desierto de Zif, en Jorsa.

16 Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue donde David, en Jorsa, le dio
ánimos en Dios,

17 y le dijo: «No temas, porque la mano de Saúl, mi padre, no te
alcanzará; tú reinarás sobre Israel y yo seré tu segundo. Hasta mi
padre
Saúl lo tiene sabido.»

18 Hicieron ambos una alianza ante Yahveh; David se quedó en Jorsa,
y Jonatán se volvió a su casa.